AJUSTE DE CUENTAS
Obra de teatro en un solo acto,
por Antonio Caparrós
(Se abre el telón. Suena la Cabalgata de
las Walkirias, de Wagner. Frente al ordenador sobre la mesa de una oficina, un
individuo enchaquetado mueve una ficha de ajedrez. Se supone está jugando, a
través del teléfono con alguien. Plantas, una radio en un lugar visible,
cuadros sobre las paredes, una silla junto a la mesa, etc. Puerta en el tercero
derecha. Suena un timbre.)
DON
HORACIO.- (Diciéndole a su interlocutor telefónico.) Disculpa, Alejandro, ahora
te vuelvo a llamar. (Abriendo un interfono y comunicándose con su secretaria
Sonido de interfono.) Margarita: le he
dicho bien claro que no quiero que me molesten. Estoy muy ocupado con un asunto
importante, ¿quién quiere verme?
VOZ
EN OFF DE LA SECRETARIA.- Disculpe, don Horacio, es Rosa María, la responsable
de comunicaciones de la empresa que acaba de ser despedida. Me dice que quería
decirle adiós, ¿le digo que pase?
DON
HORACIO.- ¿Rosa María… de comunicaciones? Bien, sí, dígale que pase.
(La
Secretaria abre la puerta y cede el paso a
una chica bien vestida, como corresponde a un alto cargo de
responsabilidad de una multinacional.)
ROSA
MARÍA.- ¿Me permite, don Horacio?
(DON
HORACIO, con una falsa sonrisa.)
DON
HORACIO.- Pase usted…, Rosalía… pase y tome asiento, por favor.
ROSA MARÍA .-
Rosa María, don Horacio… me llamo Rosa María.
DON
HORACIO.- ¡Ah, sí! Rosa María… eso es:
Rosa María. Verá usted, el caso es que me coge en un mal momento. Estaba
ocupado en un asunto muy importante para la empresa y tengo poco tiempo.
ROSA
MARÍA.- No se preocupe, don Horacio, solo venía a decirle adiós y a desearle
buena suerte.
DON
HORACIO.- ¡Ah ya!, ¿buena suerte para mí? Lo dice usted por lo de su despido.
No sabe cuánto lo siento. Sabe que las cosas están muy mal y los beneficios de
la empresa se han reducido considerablemente. Comprenderá que nos hemos visto
obligados a despedir a parte de nuestro equipo humano para equilibrar los
gastos, espero que lo comprenda.
ROSA
MARÍA.- Podría entenderlo, don Horacio, si no fuera porque soy una mujer con
cuatro hijos, un marido en el desempleo
y una hipoteca que paga. Además, ¿por qué a mí si, por el mismo trabajo
que hace un compañero en la empresa, me pagaba usted hasta un veinte por ciento
menos del salario?
DON
HORACIO.- Bueno Rosalía… (Ella le interrumpe de nuevo.)
ROSA
MARÍA.-: Rosa María, don Horacio, Rosa María.
DON
HORACIO.- Disculpe de nuevo, Rosa María…, pero deberá comprender que una mujer
no tiene el mismo nivel de ocupación y preocupación que un hombre en esta
empresa. Además, añada usted lo de los embarazos, lactancias, bajo rendimiento
por trastornos menstruales, la tendencia a perder el tiempo charlando en
cuestiones ajenas a nuestros intereses comerciales, etc. (Se dirige hacia su
mesa y saca de un cajón un informe.), ¿sabe usted cuánto tiempo invirtió en
llamadas telefónicas desde su móvil en el interior de los aseos femeninos?
ROSA
MARÍA.- ¿Será posible, don Horacio, que me haya controlado usted hasta en esos
espacios tan íntimos?
DON
HORACIO.- Sé todo lo que debo saber, Rosalía…
hasta 6 horas, invirtió el ejercicio pasado en hablar por su teléfono
móvil. Además estuvo de baja siete días, según estos informes.
ROSA
MARÍA.- Cierto, don Horacio. Fue por mi hijo pequeño. No tuve otra opción…
(Se
entristece, casi al borde del llanto.)
DON
HORACIO.- Perdone, señora, ya le he dicho que tengo poco tiempo. Le deseo
suerte. Lo siento mucho, pero esta crisis nos afecta a todos. Muy buenos días.
(Se levanta de su asiento y le tiende la mano,
en clave de despedida.)
ROSA
MARÍA: (Levantándose de su asiento y adquiriendo un tono de voz duro y
desafiante, cambiando su actitud anterior, cogiéndole con fuerza de la corbata,
atrayéndolo hacia ella con ira.) Adiós, payaso de mierda. (Le escupe en la
cara, empañándole las gafas.) Y enciende
la radio… porque a todo cerdo le llega su San Martín. Te espera una agradable
sorpresa, cabrón. (Se marcha.)
(El
DIRECTOR, DON HORACIO, noqueado por lo que acaba de experimentar, echa mano al
bolsillo de la chaqueta, saca un pañuelo y comienza, lentamente, a limpiarse
las gafas al tiempo que se dirige a la radio y la enciende.)
VOZ
DE LA LOCUTORA DE RADIO.- Como venimos informando desde las nueve de la mañana,
el máximo responsable de la multinacional “Demoliciones Kuwaitíes”, Mohamed Alí
Moktar, ha sido detenido en Brasil acusado de estafar miles de millones de
dólares. Lo que supone el cierre inmediato de sus filiales no solo en el
continente americano, sino también en el europeo. Se calcula que serán
despedidos alrededor de cien mil trabajadores, incluyendo sus cuadros
directivos. Solo en España se verán afectados cinco mil…
(Apaga la radio, la luz va disminuyendo
hasta quedarse a oscuras y cae el TELÓN mientras suena el tema “Money” de Pink
Floyd.)